
Cuando era una niña tuvimos un perro llamado Tigre, tuvimos varios y aunque a todos los quisimos ese fue nuestro "perro".
Tenía mi hermana unos 9 años y yo cinco, pero siempre recuerdo el echo aun lágrimas caen por mis mejillas cuando lo evoco y se que a ella también.
Nosotros vinimos a Punta del Este desde la Capital, y los dos primeros años vivimos en una casa muy antigua al lado de la casa de mi tía, a cuya sugerencia mis padres decidieron cambiar su destino. La casa era hermosa grande, la cuadra pertenecía a la familia, mas no a nosotros, viviríamos allí hasta encontrar lugar permanente. Como familia unida en aquella poca,que ocupaban casi una manzana todas las casas convergían en sus fondos en un lindo patio. Cuando nosotros llegamos con todos nuestros petates y nuestro perro, el fondo ya contaba con dos perros mas.
Desde el principio los perros pelearon, mi papá ataba el nuestro puesto que eramos digamos los invitados por un tiempo, y no quería causar problemas. Mas se arreglaba para soltarse o los otros acercarse las trifulcas eran enormes.
Un día salimos de paseo, a hacer una visita, en las afueras de Punta del Este por aquella época.Unos 40 km en un calculo aprox. que saco hoy.
Cuando volvíamos faltaba el perro, recuerdo que me dijeron ya nos alcanza, en mis cinco años sin entender de distancias o en el alboroto puesto que eramos muchos, no me percate de la verdadera realidad.
Llegamos a casa y el Tigre no aparecía, papá nos dijo se perdió,.... continua en el legado
Estela Albini para existoporti-legado.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.