Noche de verano en abril, cálida temperatura, estrellas en
todo su esplendor
A lo lejos se veían unos rayos que parecían fuera de lugar,
seguramente una tormenta lejana
Noche de feriado en Punta del Este, invitaba a caminar por
la costa.
Cerca de las diez partimos, estacionamos al inicio de los
camineros de madera.
Arrancamos nuestro paseo tomados del dedito meñique como hacemos siempre que caminamos
juntos.
EL lugar estaba a lleno de turistas la mayoría brasileros,
el paisaje inmejorable, comenzó a levantarse una leve brisa llegando al puerto
que hacia tintinar las cuerdas en los mástiles como dulces cencerros.
La brisa se torno en viento, y casi sin darnos cuentas las
estrellas dieron paso, a grandes nubes,
Y gruesas gotas de lluvia, la isla y las luces de la costa
pronto desaparecieron ante la cortina de
lluvia que se descolgó sobre nosotros.
Corrimos pero sin sentido, ya estábamos empapados así que
disfrutamos el momento como algo diferente. Cantamos juntos la canción lloviendo
sobre mi cabeza, riéndonos de todo y de nuestros cuerpos escurriendo agua.
Una noche atípica y maravillosa para recordar, las cosas
tomarlas como vienen siempre con
Una risa en el corazón, cuando tú me acompañas aun bajo un
diluvio el cielo me sonríe.
Para nuestros recuerdosEstela Albini
alldream
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