Esparciendo alegría con su varita mágica, convertida en sonrisa
llego un día, con todos los sueños de amor del mundo en su cuerpo
rebozando por salir a multiplicarse.
Rutina por vida, inercia que te guia hacia adelante.
A pesar de mi natural alegría,
mi esperanza de amor y mi creencia en el,
vacía de sentimientos me encontraba yo.
Su magia esparció, y de la nada un amor me creo.
Sus hechizos debió usar contra los miedos y barreras que creamos.
Mas ninguna fuerza pudo contra sus pociones de amor.
Cumplió su misión, y un día triste se fue.
Seguro entro en otra vida, a regalar su don.
Los ángeles que le rodean pronto le enviaran su amor.Así sea.
Para Andrea Condes(alias cupida)
Estela Albini para existoporti.blogspot.com
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