
Cuanta impotencia da, ver a una compañera con problemas, una palabra de apoyo, una sonrisa, en algunos casos logra algo, pero en otros ves que la sombra de su mirada, no se dispersa, en el fondo de su alma, remolinos de incertidumbres, se encuentra sola, sin una mano amorosa que la sostenga, ella es la fuerte, la madre soltera con una hija, que va sacando adelante, y es su mayor tesoro. Pero las penas agobian, la economía te aprieta, no ve el camino de salida, es tan agotador mes tras mes . día tras día, ver como todo se empeña en complicarte la vida.
El viejo dicho de que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista es muy cierto, porque nos preguntamos es tan injusta la repartición en este mundo, unos tanto que vivirían mil vidas con lo que tienen pero no la reparten en mil almas que lo ruegan ahora, ayer mientras estaba en el calor de mi familia tu recuerdo se me aparecio varias veces, se que te ofrecí mi mano con un poco del vil metal, no aceptaste, quieres resolver sola, tal vez no me ves como una amiga, solo una compañera, pero hoy te vi y sentí tus fuerzas requebrajadas, tu mirada lagrimosa, las cosas no han cambiado acepta mi mano que en lo poco que da, generosa se oferta.
En este momento recordé una película, si todos ayudaramos a tres crecerá la regla geométrica, y todo podría ser diferente.Acepta mi mano, luego cuando puedas extiende tu la tuya.
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