Me gusta mantener actualizado el blog, y solo con creaciones nuevas, hay días que me pongo a escribir y siento que estoy en blanco como ahora, por suerte no soy escritora profesional solo amateur, sino diría que estoy en veda de inspiración.
Lo que siento estos días es el clima navideño pero desde otra perspectiva, detrás de bambalinas de una tienda grande, ya los primeros días de diciembre se nota, en la gente el nerviosismo y las carreras por el decorado, que la mercadería llegue en tiempo y forma, seria cómico mirarlos desde arriba van y vienen como hormiguitas laboriosas, incluso el clima se quiebra cuando alguno cansado por el ritmo levanta su voz en algún desacuerdo, todo pasa, se acortan los días, se empieza a llenar de público buscando el regalo especial para sus seres, las chicas de empaque no paran de hacer moñitas y sobres para la gran ocasión. Todos están cansados pero aun así, se siente la diferencia de la cercanía de la navidad, en algún momento libre alguna escapada a la competencia por aquello, que desean y con el escaso tiempo libre que tienen luego no podrán ir por él.
Para el que trabaja en esto son días agotadores, no es salir de compras con tiempo y alegría, sino con el tiempo contado.
Mas aun así con alegría arman los juguetes para poner en excibición para que algún niño pase y diga Mamá esto quiero pedirle a Papa Noel, seguro alguna sonrisa brotara, la ilusión que por suerte aún los niños mantienen viva.
Mirando desde la escalera luces tintineneando, ropas coloridas, mucha música, ,movimiento vida, clima de fiesta.
Detrás, mucho trabajo para lograrlo, y son ellos por sobre todo los que no se ven, los creadores de esta magia navideña en los negocios.
El 24 llegará los arbolitos tendrán sus paquetitos con moños, muchas exclamaciones despertarán, los trabajadores se vestirán de gala, y disfrutaran en familia, y brindaran por un futuro mejor.
Estela Albini para existoporti.blogspot.com
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