Estas últimas frías mañanas de agosto han amanecido soleadas mientras me apresto a salir
me inunda una sensación extraña algo así como la melancolía de algún recuerdo.
Me imagino caminando hacia algún lugar bonito, tal vez lleno de flores cual colchón suave
Tirarme allí y dejar que mis ojos se cierren con el reflejo y dejarme ir sin rumbo solo sentir
los rayos ir auchentando el frio de mi cuerpo al ir despidiendo la helada de la noche.
Como me gustaría extender mi mano en esa sensación y que la tuya estuviera allí, sería un
sueño completo con aroma a flores silvestres.
A veces también imagino tirarnos en la arena a mirar el horizonte y ver su reflejo destellando en el mar.
Las veces que ando conformista solo me gustaría quedarme allí frente al limonero tomando juntos unos mates bajo su mirada cálida.
Pero el deber me llama, miro el sol a los ojos, ajusto mi bufanda naranja arranco con un dejo de melancolía y me encierro por ocho horas sin una ventana, en una habitación con tres servidores Zumbantes, solo me saca del ostracismo todas las fotos y cartelitos que colgué en la pared y una cartelera llena de buenos pensamientos,aunque más que nada el recuerdo del rencuentro en la tarde con los míos, y mi alegría que aunque lejos del sol siempre esta.
Tengo una compañera que ríe cuando le cuento que a veces me gustaría vivir en una granjita perdida y sentarme en la galería esas que siempre observo en ese tipo de casas a tomar el tiempo sin prisa. Tal vez tenga razón y ya no me adapte o tal vez la vida sería un continuo sueño bajo el sol .
Como dicen soñar no cuesta nada y te da un respiro a los largos días laborales.
Dedicado a mi Sol
Estela Albini
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