Un anécdota más para mi baúl de Recuerdos

Un anécdota más para mi baúl de Recuerdos Domingo de sol, salimos solo por unos mates tempraneros a la playa. Solo llevábamos nuestros libros y un protector solar. A la llegada nos recibió un crucero maravilloso, el primero que vemos nosotros de la temporada aquí. Estaba radiante el día un vientito fresco nos acompañaba. El tiempo disfrutado siempre parece corto, así que lo fuimos alargando. Lo que fue una mañana se transformo en casi un día, a pesar que no contábamos ni con agua. Unos frescos baños, la buena lectura, el amor entre los dos rondando como siempre, nos daba pena irnos. Fue un día para el recuerdo, pero no es eso lo que hoy voy a guardar en este baúl Sino el recuerdo, de tu dedicación para cuidarme la piel que parecía se me prendía fuego luego en la noche. Me recomendaron ponerme aloe, y tú pacientemente preparaste las hojas y me las frotabas con ternura. Luego preparaste un licuado con esta planta, increíble el alivio de este líquido acuoso de esta planta, y me lo guardaste en un frasquito para que mañana pudiera llevar al trabajo. El amor que tú me profesas, lo siento en todas las cosas que haces por mí, y aunque se que nunca olvidare estas cosas en mi interior, la guardo aquí para los dos, por el pacto que nos une para siempre. Compartir en Facebook
Estela Albini
amor es...
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