
Empezar de nuevo, cuantas veces lo soñamos, y nos vemos emprendiendo grandes aventuras, y todo sale de maravilla, pero son tan solo quimeras.
Como una película que vi los otros días; la chica se despide de todos sube al auto, y con imágenes te dan a entender que se lanza a iniciar su nueva vida llena de misterios y expectativas.
Evidentemente en las películas no pesa dejar los afectos cuando se trata de vivir tu vida.
Me parece tan hipotético, por más que deseemos lograr cosas nuevas es muy difícil deja nuestros afectos.
Muchas personas que han viajado en busca de mejores oportunidades lo han hecho para abrir justamente camino para los suyos o brindarles una oportunidad de una vida mejor, a través de remesas tan comunes hoy en día.
Las penas pasadas por ellos, no nos llegan, pero no es tan fácil como te muestran las películas.
Tampoco es fácil empezar una nueva vida, aun sin moverte de tu casa.
Cuando algo de nuestra rutina diaria familiar cambia, sufrimos una adaptación, a veces algunas son más fáciles que otras y claro está, más llevadera cuando tienes un hombro donde descansar.
Qué pasa cuando la nueva vida justamente, es la falta del hombro donde reconfortarte.
Que sentimos cuando, nos sentimos víctimas de un abandono, que tal vez se fue dando de a poco y no lo vimos llegar o que fue abrupto. La soledad igual entra de golpe acompañada de una tristeza infinita.
Miramos alrededor y nada, nada donde esbozar algo parecido a una sonrisa. Falta la fuente y el destino.
Muchas cosas pueden hacernos volver a sentirnos vivas, pero por más que amemos a nuestros hijos, tengamos amigos, nos falta un amor.
Reiteradamente tomo este tema, no solo porque es la temática que elegí escribir en este blog, sino por la sinceridad con la que siento que nadie debería vivir sin un gran amor.
La soledad duele, en el alma en los huesos, en la piel, y hay que pasar por eso, pero te digo amiga, que has de brotar como el ave fénix de las cenizas y renacer de nuevo. Reinventarte a ti misma abrir todos tus poros, todas tus ansiedades, todas tus esperanzas, abrir la puerta y no cerrarla.
Tal vez hoy no te cuente nada nuevo, me conoces, pase llantos, soledades, pero siempre me prendí de alguna sonrisita de mis hijos, de alguna florcita nueva en mi jardín, pinte hasta cansarme, limpie lo limpio cuando estaba triste para barrer la pena.
Pero cada día salía al frente, música alegre, cantar espantar las penas como dice el dicho. Sonreír al mundo cuando el no me miraba, hasta que unos ojos dulces, de mirada tierna, me envolvieron.
Hoy no soy yo, somos dos en uno.
Amiga, se que estas triste, se que duele, pero sé muy bien que tienes la fuerza, el amor dentro de ti, en espera.
Deja la puerta abierta, todo gira, la vida aun tiene mucho deparado para ti, tal vez más de lo que ahora añoras, déjalo llegar, luego hazlo crecer.
Amiga mía, me gustaría decirte que mañana ya todo será diferente, pero no puedo mentirte. Pero si déjame decirte que todo pasara.
Muchos libros me dieron a leer cuando creyeron que los necesitaba, pero no salí adelante por ellos, salí adelante porque me deje llevar por mí, mi deseo de respetar esta vida que se me dio para ser feliz y debía honrar.
Amiga mía, dentro de mis escrituras trato de darte impulso, para que arranques.
Dentro de poco un nuevo ser que no esperabas entrara en tu vida, estoy segura que muchos paradigmas cambiaran. Cuando cargues ese nietecito o nietecita en tus brazos. Con ese calorcito y olor a bebe, y esa naricita o boquita parecida a ti.
La vida nos vive regalando cosas buenas, como te vengo diciendo amiga, deja tu puerta abierta, que pronto tu casa estará llena de rosas....
Estela Albini para existoporti.blogspot.com y articulosz.com
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